Félicie d’Estienne d’Orves

Félicie d’Estienne d’Orves (Atenas, 1979) es una artista francesa que vive y trabaja en París. Su trabajo artístico combina la luz y la escultura con las nuevas tecnologías, mientras que sus investigaciones están centradas en los procesos y condicionamientos del sentido de la vista.

Sus instalaciones producen en el espectador un efecto de inmersión y se basan en una aproximación fenomenológica a la realidad que enfatiza la percepción del tiempo como un continuo. Desde 2014, las investigaciones de la artista se han centrado en explorar la relación del espacio con la astrofísica y en el estudio de los ciclos de la luz natural.

Su trabajo ha sido presentado en el Centre Pompidou, Le Centquatre, la Nemo International Biennial of Digital Arts y la Nuit Blanche de París, en el New Art Space y el Sonic Acts de Ámsterdam, en el Watermans Arts Center de Londres, en el Elektra Festival y el BIAN de Montreal, en la Maison des Arts of Créteil (Francia), en el OCAT de Shanghái,  el ICAS de Dresde o el Aram Art Museum  de Goyang (Corea del Sur).

Félicie cuenta en esta obra con los sonidos creados por Frédéric Nogray (Francia 1971). Músico autodidacta, improvisador, compositor y artista sonoro desde 1999, Frédéric presta particular atención a las cualidades intrínsecas de los sonidos y a lo que les da naturaleza: el fenómeno vibratorio. Pero también está interesado en su difusión dentro del espacio de escucha, en cómo los percibimos y en los variados estados de consciencia inducidos que nos conducen a la intimidad del sonido, dentro de nuestra propia intimidad.

Durante años ha usado diversos dispositivos electrónicos y electroacústicos en conciertos, grabaciones, instalaciones sonoras y colaboraciones con otros artistas. Desde 2005 produce además música acústica instrumental empleando cuencos de cristal hechos a partir de arena de cuarzo (sílice) templada a modo de crisol. Frédéric Nogray emplea también grabaciones de la naturaleza para sus composiciones. Es miembro y compositor del dúo electrónico The Imaginary Soundscapes.

Obra: Monolithe (2008)

Un monolito negro se encuentra a pocos metros por encima de nosotros, flotando en un baño de luz. Una forma primitiva, el monolito es una fuerza, una energía fundamental. Una forma vertical, insondable, que alberga en su centro estratos de color animados vibrantes e irreales.

El sonido, amplificado electrónica y espacialmente, y acústicamente sobreexpuesto en su conjunto, completa la transformación de la realidad física de la escena en una aparición espectral. Esta obra se creó originalmente para la Iglesia de Saint-Roche, durante la Noche en Blanco de Paris.